jueves, 12 de noviembre de 2020

Ya que no se puede Viajar, Meditemos...



La codicia:

La codicia, como la define el neurobiólogo Ignacio Morgado en su libro “Emociones corrosivas” es un afán excesivo de dinero y riquezas (productos lujosos). Pero lo peor es que ahí no termina la cosa: también se puede codiciar el éxito social, poder, sexo, protagonismo, etc. El abanico de la codicia es amplio y generoso. A esta emoción corrosiva han acudido los grandes pensadores para referirse a ella.
La personalidad del codicioso es un cóctel explosivo. Por su espíritu socialmente competitivo, está motivado a conseguir cosas a expensas de los demás y a su deseo de tener más se une la FRUSTACIÓN por no conseguirlo. Es EGOISTA y siente ENVIDIA al comparar lo que tiene con lo que tienen otros. No es de extrañar que con todo esto el codicioso suela sentirse insatisfecho con su vida al tener casi siempre la sensación de no poder controlarla y que tenga comportamientos irracionales, sobre todo cuando sus deseos no se cumplen.
“La riqueza material es como el agua salada, pues cuanto más se bebe más sed da”. Para el codicioso, “suficiente, nunca es suficiente”. Esto explica que la codicia esté detrás de casi todo lo malo que conocemos.
“En el mundo hay todo lo necesario para satisfacer las necesidades del hombre, pero no lo suficiente para satisfacer su codicia.” Mahatma Gandhi
“Lo que más me sorprende del hombre occidental, es que pierden la salud para ganar dinero para recuperar su salud. Y por pensar ansiosamente en el futuro no disfrutan el presente, por lo que no viven ni el presente ni el futuro. Y viven como si no tuviesen que morir nunca y mueren como si nunca hubieran vivido.” Dalai Lama.
“La persona que no esté en paz consigo misma, será una persona en guerra con el mundo entero.” Mahatma Gandhi.
No haremos aquí más comentarios que los que se hacían la mayoría de los ciudadanos entre exclamaciones. ¡Si ya son gente muy rica! Nunca tienen suficiente. ¡Si nunca podrán gastar todo el dinero que tienen… y si ya tienen de sobra todo lo que necesitan para vivir bien! ¿Qué les impulsa? ¿Acaso están enfermos?

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