jueves, 12 de enero de 2017

Estancia de Pampa Grande, Historia

La Estancia
Les presento un viaje desde San Pedro de Colalao a Pampa Grande apto para realizar en Moto, Cuatri, 4x4 o Bicicleta recorriendo hermosos paisajes por la vieja ruta 9 y hospedarse en una hermosa estancia con mucha historia.
Les dejo los datos para averiguar disponibilidad y precio de estadía en el lugar. Desde aquí, se puede volver por el mismo camino o seguir rumbo a La Viña o Cafayate. Aproximadamente son 103 Km hasta la estancia, el recorrido, altamente recomendable con algunos cruce de río donde parar y refrescarse. Les dejo el Track al final del articulo para su descarga.

Estancia Pampa Grande

Lago Artificial
Categoría: Hoteles y Alojamientos
Dirección: Finca Pampa Grande
Localidad: Guachipas
Teléfono/s: 011-4832239
Sitio Web:
http://www.estanciapampagrande.be
Email:
estanciapampagrande@gmail.com

Descripción:
Una estancia excepcional, hoy en día, con sus 11 habitaciones y muebles de época, un ambiente muy especial emana de la mansión colonial.
Es también una ubicación única. Encastrada en el medio de una vasta llanura fértil (Pampa Grande) a 1700 m sobre el nivel del mar, rodeada de montañas, la propiedad cuenta con la friolera de 30 mil hectáreas de tierra. A 3 horas de ruta de Salta, la estancia se encuentra alejada de las rutas turísticas, eso suma a su encanto.

Es, por último, y lo más importante, una oportunidad única de compartir la vida de los gauchos, los vaqueros míticos del continente sudamericano. Pampa Grande vive de la cría de carne: tiene 6.500 cabezas de ganado y 300 caballos con unas decenas de gauchos que trabajan en la propiedad.

Aquí, no hay teatro: puede acompañar a caballo el trabajo agrícola con toda la autenticidad… Y disfrutar de la noche con todo el encanto de una estancia confortable y refinada. No deje de probar la carne, de la propiedad como el resto de los productos de la cocina.

Hermosos Jardines
Servicios del hotel:


Piscina climatizada al aire libre
Patios y galerías
Sala de comer
Salón /Billar
Biblioteca
Lounge al aire libre
Parilla
Caballos /Bicis
Lago
Servicio de cuarto
Chimenea /Baño privado /Despertador telefónico

Historia de Pampa Grande:

Pampa Grande, es un paraje que abriga miles de historias; historias que nos
hablan de tiempos que están lejos de la pasividad actual del lugar y también de la importancia estratégica que alcanzo durante diversos periodos históricos.

Los primeros pobladores:


Aunque si tratamos de escribir una historia de Pampa Grande, debemos remontarnos mucho tiempo hacia atrás, cuando la llanura donde se ubica la actual estancia y entre los inmensos cerros habitaban grupos aborígenes, los cuales, según algunas investigaciones, provenían desde el Valle de Ambato en Catamarca, pertenecientes a lo que la arqueología convino en llamar Cultura de la Aguada. La población indígena ocupaba casi todo el valle, pero existía una preferencia de ocupación por las primeras lomadas del Este donde nos han dejado numerosos restos e incluso cementerios. Una caracterización de la zona nos habla de cerros bordeando el valle, tanto del lado oriental como occidental, ocupados por montes que proveían de frutas silvestres como el algarrobo, chañares, mistoles, etc. Estas plantas no sólo alimentaron grandes masas de gente, sino que además les brindaban los elementos para la fabricación de variadas bebidas alcohólicas, hasta ahora conocidas y usadas bajo el nombre genérico de alojas y chichas. Otro aspecto importante de estos primeros pobladores es el desarrollo de la agricultura. En las tierras fértiles del valle de Pampa Grande, las cosechas de maíz fueron seguramente copiosas, lo mismo que las de zapallos y quinuas.

La ocupación española:


En tiempos de la fundación de la ciudad de Salta (1582), surgió la necesidad de comunicar en forma directa esta, con la ya establecida ciudad de San Miguel de Tucumán y Nueva Tierra de Promisión (1565) y la ciudad de El Barco (1550 - Santiago del Estero). Es por ello que el mismo Hernando de Lerma encargó al capitán Alonso Abad la tarea de buscar esta vía de comunicación, dirigiéndose este en dirección sur desde la actual capital salteña y entrando en territorio guachipeño años después de producida la fundación de Salta. La majestuosidad y encanto de aquel valle en Pampa Grande seguramente fue el motivo por el cual a la llegada de las noticias de aquel camino a Salta, Hernando de Lerma se hizo adjudicar esas tierras a su cuantioso patrimonio. Este hecho ha quedado claramente expuesto en un documento fechado en 1602, en el cual para que no quede dudas acerca de la ubicación de las tierras de Lerma nos expresa lo siguiente acerca de las Estancias de Pampa Grande y Quirusillas: “Esas estancias lindan por una parte con el Valle de Guachipas, y por otra, con el de los Choromoros, y por río abajo con la estancia de Garnica; en el otro lado por el Valle de Vichni, linda con la estancia del mismo D. Pedro de Abreu” esta última debería ser las actuales propiedades de Carahuasi y el Churcal.
Pampa Grande entonces paso a convertirse en propiedad de la familia Lerma y los pobladores primitivos de esa zona ante el temor de caer en la encomienda buscaron refugio en las zonas altas de los cerros, como en Las Pirguas, estableciéndose en esos lugares, ya que siguiendo más al sur también se encontraban las ciudades españolas de Trancas y Tolombon.
Sin embargo, poco duraron los Lerma en estas tierras, ya que, bien conocido es el enfrentamiento que mantuvo el fundador de Salta con el Virrey Toledo, así como también con el Obispo Francisco de Victoria, principalmente por motivos materiales y posesión de tierras. Las acciones de Victoria y Toledo rindieron sus frutos cuando Hernando de Lerma es llevado a Madrid, engrilletado y finalmente encarcelado en el año 1591, para morir finalmente al año siguiente.

La desgracia de los Lerma y el ascenso de Diego Hernández de Andrada:

La muerte de Hernando de Lerma significo la caída en desgracia de su familia en América. Este fue el motivo por el cual hacia el año 1611, con la ocupación del cargo de Gobernador de Tucumán por parte de Luis Quiñones Osores, se calificaron a las tierras de Lerma en Pampa Grande como fiscales y
posteriormente entregadas en calidad de merced al licenciado Diego Hernández de Andrada. En la merced se expresa de la siguiente manera: “hace merced al licenciado Diego Hernández de Andrada de un pedazo de tierras vacías y yermas y despobladas ubicadas a cinco leguas de la Estancia de los Choromoros de Alonso Rivera”. Acompaña a este documento la siguiente diligencia: “en la tierra que llaman de Huachipas camino que va desde la ciudad de Salta á los Choromoros, allí se presento el licenciado Diego Hernández de Andrada y ante Matías de Lerma, vecino de Salta, le requirió posesión de esas tierras y puestos los pies en ella por interpretación de un indio práctico de ellas, que dijo llamarse las dichas tierras Oma Sacopo, en su lengua, y en la nuestra castellana quiere decir el seno de las Pirguas del Sol, y que el rio principal que hay en las dichas tierras se llama rio Mep, que quiere decir que sus vertientes van a dar a las pampas”.
Así el licenciado Andrada se convertía en el flamante dueño de la Estancia Pampa Grande, que ya comenzaba a perfilarse como una estancia de gran potencial económico y de importancia en la provincia de Salta.

Pedro Abreu y Figueroa:

Cuatro años y medio después de que el licenciado Andrada hubo de tomar posesión, un litigio surgió entre este ultimo y Pedro Abreu y Figueroa, saliendo victorioso Don Pedro. Los documentos nos lo relatan de siguiente manera: “Estando en el sitio que llaman la Pampa Grande, camino que va del Valle de Salta al de Choromoros, jurisdicción de la ciudad de Lerma Gobernación del Tucumán, ante el capitán, Don Pedro, hombre seguramente amigo de hacer las cosas bien, tomó posesión de la estancia con todas las ceremonias de estilo, llegando hasta tomar mate, costumbre indígena que por primera vez, según tengo entendido, interviene en un acto tan importante. Y no contento con el nombre, lo cambió por el más pintoresco de San Pedro de Buena Vista.
A pesar de todas estas cosas, Don Pedro, hombre prudente y enemigo de pleitos, no tuvo suficiente fe en el acto de merced efectuado por el Gobernador Quiñones Osorio, y conociendo, seguramente, que los derechos del Gobernador Lerma no habían caducado, trató de adqu¡rírselos de su descendiente, Bernardo de la Fresnada quien, según se dice, se los vendió
en Bolivia”.

El siglo XVIII y la llegada de los Arias Velázquez y los Arias Rengel:

Después del traspaso de los derechos de propiedad efectuado a favor de Don Pedro Abreu y Figueroa, este se hizo con las estancias de Carahuasi y Churques (actual Churcal). Seguidamente no se encuentran referencias de la Estancia Pampa Grande hasta la llegada de los Arias Velázquez, atribuyendo la adquisición de Pampa Grande a Don Luis Arias Velázquez, ademas de poseer una casa y un solar en la traza de la ciudad y otra estancia en los Valles Calchaquíes. Sin embargo hacia 1806, se documentó un litigio producido entre Pedro Pablo Arias Velázquez con un miembro de la familia Arias Rengel: Pedro Arias Rengel. En el litigio se rescata la intervención de Andrés José de Acosta, quien alegó a favor del miembro Arias Rengel, haciendo uso del derecho de retracto (El retracto convencional, también conocido como pacto de retro , es, según el artículo 1507 del Código Civil, "el derecho de recuperar la cosa vendida que el vendedor se reserva).
Así, la estancia fue finalmente adquirida por Lázaro Arias Rengel y pasó a formar parte del patrimonio familiar; patrimonio que fue creciendo aún más cuando su hijo Félix Arias Rengel, adquirió varias estancias contiguas a Pampa Grande, como el Churcal, Los Sauces, Hombre Muerto y el Simbolar.
De los hijos del Maestre de Campo General Don Félix Arias Rengel, los más destacados fueron dos de ellos, Don Joseph Antonio y Don Félix Apolinario, quiénes formaban parte de la tercera generación de la familia. Este último se casó con Doña Manuela de Escobar Castellanos, quien era hija legítima de Don Pedro Francisco Escobar Castellanos y de Doña María Arias Velázquez y nieta de Don Tomás Escobar Castellanos. Con esta unión matrimonial, Don Félix logró el acrecentamiento del patrimonio heredado de su padre, es decir aquellas propiedades obtenidas por vía hereditaria paterna -como es el caso de "Pampa Grande"- y sumó aquellas propiedades originadas en la familia de su esposa, como por ejemplo, las estancias del "Tunal", "Ampascachi" y "Bombolán".

El general Juan Antonio Álvarez de Arenales:

Entrado el siglo XIX, los vientos de revolución empezaron a surcar el actual territorio argentino y nuestro pueblo no se encontraba ajeno a esa realidad. Para este entonces Pampa Grande se había convertido en una de las más importantes estancias de Salta y concentraba una gran actividad ganadera a base de la producción de pastos y posterior engorde, principalmente mulares. Los Arias Rengel, como muchas familias aristocráticas de nuestra provincia debieron resignar gran parte de sus propiedades debido a que la causa patriota así lo pedía, aunque a veces de manera violenta por medio de la expropiación.
Uno de los participes de la denominada guerra de independencia en nuestra provincia fue el General Juan Antonio Álvarez de Arenales, quien pidió le concedieran las tierras, hasta ese momento en manos del poder criollo, de Pampa Grande en compensación de su gran labor en la lucha contra los realistas. Es menester agregar que antes de la llegada de Arenales a Pampa Grande, este pudo escapar de la fortaleza del Callao en Perú, y en un intento por volver a las Provincias Unidas naufragó en Mollendo (Bolivia). Finalmente pudo llegar a Chuquisaca y de allí finalmente se dirigió hacia Salta. Aquí había contraído enlace con María Serafina Hoyos y Torres, hecho considerado como una de las principales causas de su adhesión a la Patria naciente y del valor y lealtad con que cooperó a su emancipación. En este momento fue que decidió formar su familia en Pampa grande, donde paso tiempo junto a su esposa y su futura heredera Josefa Álvarez de Arenales, pero rápidamente volvió a los campos de batalla para continuar su labor en la causa independentista. Finalmente murió en Moraya (Bolivia) en el año 1831.

La unión Álvarez de Arenales – Uriburu:

Como dijimos anteriormente la hija del General Arenales, Josefa Álvarez de Arenales heredó la Estancia Pampa Grande, que luego paso a formar parte del gran patrimonio de los Uriburu, con el casamiento entre Josefa y Evaristo Uriburu. Esta familia poseía también las fincas de Ampascachi, El Carmen y las Vetas en el departamento de Orán. Desde la muerte del General Arenales, poco tiempo estuvo la estancia Pampa Grande en manos de los Uriburu, ya que posteriormente, a principios del siglo XX, fue vendida a el Dr. Indalecio Gómez.

Indalecio Gómez, Ambrosetti y los restos arqueológicos:

La venta de Pampa Grande a Don Indalecio Gómez no fue casual, ya que con su matrimonio en 1883, con Carmen Rosa Tezanos Pinto se emparentó con los Uriburu, e incluso, saltándonos en el tiempo, Don Indalecio sería el asesor del futuro presidente José E. Uriburu.
Uno de los hechos más destacables de la estadía de Don Indalecio en Pampa Grande fue, sin dudas, la invitación que realizó a su amigo Juan Ambrosetti, para que realizará una expedición a la zona de las Pirguas, donde ya se habían encontrado urnas y algunos utensilios que databan desde hace mas de 1000 años. Dicha expedición se llevó a cabo en el año 1905 y que mejor que nos lo cuente el mismo Ambrosetti:

“Gracias al gentil ofrecimiento del Dr. Indalecio Gómez, se pudo realizar la expedición con fondos reducidos, pues él nos facilitó los elementos necesarios, para el mejor éxito de nuestros trabajos, lo que me es grato consignar aquí. En esta primera expedición me acompañaron dos alumnos del curso de Arqueología (que habían rendido exámenes brillantes) los Dres. Leopoldo Maupas y Francisco Civelli y también el Dr. Carlos Octavio Bunge, profesor de mi Facultad, que manifestó su deseo de tomar parte de nuestros trabajos”.
Con el retiro del plano político (ocupó los puestos de cónsul, Ministro del Interior ) debido a la renuncia de su amigo Roque Sáenz Peña, el Doctor Indalecio Gómez paso gran parte de este tiempo en Pampa Grande, hasta que murió en Buenos Aires en el año 1920.

Pampa Grande, los Gómez Álzaga y su venta a Rodolfo Spulver:

A la muerte de Don Indalecio Gómez, la estancia paso a manos de sus hijos, pero quien tenía mayor influencia fue Carlos Indalecio Gómez Tezanos Pinto, el cual se comprometió con María Inés de la Concepción del Corazón de Jesús de Alzaga Unzué, dando origen al apellido Gómez Álzaga, que retuvieron la Estancia hasta el año 2005, cuando fue vendida a un propietario europeo, proveniente de Bélgica, de nombre Rodolfo Spulver.


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